HOMESTEAD, Fla. – Una residente del sur de Florida está compartiendo los escalofriantes detalles de un ataque por parte del perro de un vecino mientras luchaba por proteger a su pequeño poodle, Coco, que estaba siendo arrebatado de sus brazos.
Florencia Divano realizaba su caminata diaria con sus dos poodles, Coco y Buddy, por una calle de Homestead cuando ocurrió el incidente el 12 de septiembre.
“Iba caminando por aquí y al llegar a la señal de alto crucé la calle”, relató Divano. “El perro agarró la pata de Coco y comenzó a forcejear. Terminé en el césped luchando. Agarraba a Coco mientras el otro perro seguía tirando y empujando. Yo trataba de alejarlo a golpes para que lo soltara”.
Lo que siguió fue un aterrador tira y afloja entre Divano y el perro atacante, que según ella pronto centró su atención en ella.
“Lo agarraba y golpeaba; dejó de morder a mi perro, pero luego me atacó a mí”, dijo Divano. “Recibí como diez mordidas”.
Un informe policial del condado Miami-Dade confirmó que fue atendida en el lugar por los bomberos, quienes vendaron sus heridas abiertas.
Divano tiene marcas de mordeduras en ambos brazos y en el pecho, pero las peores lesiones las sufrió Coco, cuya pata quedó colgando de la piel después de que se le rompieran dos huesos.
El informe del Departamento de Servicios de Animales de Miami-Dade indicó que el gran perro macho, mezcla de terrier color canela, debería ser puesto en cuarentena por diez días debido al ataque.
Divano intentó comunicarse con los dueños del perro, Eddie y María Otero, pero no recibió respuesta.
Apoyo comunitario para atención médica
Mientras Divano acudió al hospital para recibir una vacuna antitetánica y tratamiento, Coco necesitaba cirugía de emergencia y existía la posibilidad de amputación.
Enfrentando una factura veterinaria estimada en $10,000, Divano temía no poder costear el tratamiento.
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Fuente: (local10.com)